El gato entrenado
¿Su gato es más independiente de lo que a usted le gustaría? ¿Su gato es cariñoso pero solo le presta atención cuando quiere? Una interpretación errónea frecuente acerca de los gatos es que no son cariñosos, o que solo muestran afecto bajo sus condiciones. Otra interpretación errónea es que no se puede entrenar a un gato, ¡pero se puede! Si le enseña a su gato a mostrar comportamiento ante una señal, obtendrá muchos beneficios, incluida una relación más cercana y cariñosa. Tendrá un gato que viene cuando lo llaman, no lo despierta en la mitad de la noche, tiene menos problemas de comportamiento y está menos estresado.
Un gato entrenado…
- Le permite manipular cualquier parte de su cuerpo para revisar heridas o enfermedades, y administrarle medicamentos.
- Es receptivo a usted, de modo que disfrutará pasar tiempo con él, y será menos propenso a querer salir afuera. Cuanto más tiempo pase con su gato, es más probable que se dé cuenta si algo malo sucede con él, como una cojera, una tos, un área sensible o la pérdida del apetito. Al detectar estos problemas de forma temprana, podrá buscar atención médica de inmediato y, con suerte, prevenir problemas más graves.
- Desea estar cerca de usted esperando escuchar instrucciones (y felicitaciones). Esto implica que tendrá menos oportunidades de meterse en problemas o ser ansioso.
- Caminará con correa, de modo que ambos podrán hacer más ejercicios y pasar más tiempos juntos.
- Sabe que “ven” y “sienta” son señales que le hacen obtener atención o premios. También se le puede enseñar qué cosas y qué lugares están prohibidos, como estufas calientes, encimeras o la habitación del bebé. No obstante, igual será necesario limitar su acceso a lugares peligrosos cuando no pueda supervisarlo ni darle órdenes.
- Tiene menos ansiedad. Un gato con menos estrés es más saludable.
Al entrenar a su gato, puede establecer una mejor relación con él. Sin embargo, tenga en cuenta que incluso un gato inteligente necesita supervisión, instrucciones y límites, a veces, físicos. Permitir que su gato, más allá de su educación, camine, corra o vague sin correa puede ponerlo en peligro.
Es posible entrenar a los gatos
- Los gatos pueden aprender a acercarse cuando los llaman, caminar con correa, sentarse, echarse y hacer trucos cuando se los piden. Y una vez que comprenden el “juego” del entrenamiento, a menudo aprenden más rápido que los perros.
- Los buenos métodos de entrenamiento se centran, sobre todo, en reforzar los buenos comportamientos, y no aplican correctivos. El uso de botellas con líquido, golpecitos en la nariz y sonajeros que hagan mucho ruido pueden ocasionar comportamientos agresivos o temerosos.
- El entrenamiento de calidad con gatos se trata de establecer una relación positiva sólida entre usted y su gato. El entrenamiento con clicker es una excelente herramienta para hacer mejorar esa relación y reducir la ansiedad en los gatos.
- Es posible que no resuelva los problemas específicos que tenga con su gato con un entrenamiento básico. Si usted busca ayuda para problemas de eliminación inadecuada, agresión o destrucción, busque un especialista en comportamiento que tenga conocimientos sobre gatos y utilice métodos de manejo y refuerzo positivo para resolver el comportamiento.
- Evite métodos de entrenamiento que se centren en el castigo.