Nunca deje a su mascota dentro de un auto estacionado. Aunque deje las ventanillas un poco abiertas, esto no impedirá que la mascota sufra un golpe de calor durante el verano.
Haga ejercicio con su perro temprano a la mañana o hacia la noche, en vez de sacarlo a mediodía, cuando hace más calor.
Si su perro o gato sale durante el día, recuerde que el asfalto y el hormigón pueden calentarse mucho y quemarle las patas. Las mascotas siempre deben tener un refugio disponible para protegerse de temperaturas extremas y del mal tiempo. Tenga en cuenta que las mascotas más viejas y con sobrepeso, así como las razas de hocico chato como los gatos persas y los perros pug y bulldog, tienen más probabilidades de sufrir golpes de calor.
Mantenga a su mascota lejos de patios y zonas con vegetación que no le sean familiares, ya que muchas personas aplican pesticidas y fertilizantes en el césped, que pueden provocar malestar intestinal grave en perros y gatos cuando se los ingiere. Algunos tipos de abono también pueden ser peligrosos.
Dele agua fresca a la mascota en un recipiente que no se pueda voltear todos los días.
Mantenga a su mascota bien acicalada. Un lomo apelmazado retiene el calor, atrae parásitos y puede provocar llagas en la piel. Resista la tentación de afeitarle el pelo a la mascota, ya que la protege contra quemaduras por el sol.
Mantenga a la mascota alejada de charcos de refrigerante en garajes, entradas de coche o estacionamientos.
El sabor dulce de este líquido venenoso es tentador para los animales, pero puede ser fatal. Considere usar una variedad de refrigerante no tóxico que sea más amigable con las mascotas.
No deje que su perro viaje en la parte trasera de un vehículo abierto, a menos que lo haga dentro de una casilla atada firmemente al piso de la camioneta. Si el perro va suelto, corre riesgo de ser expulsado del vehículo. Además, puede sufrir quemaduras en las patas si se caliente mucho el piso de la camioneta.