Rivalidad canina
¿Qué es la rivalidad canina?
La rivalidad canina se refiere a los conflictos constantes entre los perros que viven en el mismo hogar. Los animales que viven en grupos, como los perros, establecen relaciones en las que los individuos interactúan y viven juntos. Los roles que desempeñan los individuos dentro de la relación pueden cambiar con cada día o situación nueva y pueden verse afectados por la presencia de varios recursos, como comida, juguetes y atención recibida de parte de las personas. Inicialmente, un perro puede brindar advertencias a otro perro mediante gruñidos, gañidos o mordiscos, pero sin causar lesiones. No obstante, el conflicto a veces puede intensificarse en combates prolongados de peleas peligrosas, que pueden derivar en lesiones para uno o más perros.
Búsqueda de ayuda profesional
La rivalidad canina constante es potencialmente peligrosa. Los perros o los familiares humanos podrían resultar gravemente lesionados en la pelea. Debido a que la solución de los problemas de rivalidad requiere la comprensión de las maneras de comunicación de los perros, a menudo es necesario que los propietarios reciban la asistencia de un profesional especializado en comportamiento animal (consulte nuestro folleto: “Cuando la línea de ayuda con problemas de comportamiento no logra ayudar”). Estos profesionales están capacitados para observar, interpretar y modificar el comportamiento animal.
Causas del conflicto
Los conflictos entre perros domésticos se desarrollan por una amplia variedad de motivos.
Pueden surgir conflictos si:
- Se introduce al hogar un nuevo animal.
- Un animal residente ha fallecido o ya no vive en el hogar.
- Un animal residente es introducido nuevamente después de un período de ausencia.
- Generalmente un perro joven alcanza la madurez social entre los 10 meses y los 2 años de edad.
Comprensión de las relaciones caninas
- Cómo se establecen las relaciones: Las relaciones se establecen por medio de la comunicación saludable, en la cual los cachorros aprenden a temprana edad por medio de la socialización. No obstante, como resultado de una socialización inadecuada, alteraciones quirúrgicas o tendencias genéticas, algunos perros carecen de habilidades de comunicación adecuadas y pueden escalar a la agresión con advertencias mínimas.
- Su función: No intente influir o definir la relación de los perros interfiriendo en sus interacciones entre sí o favoreciendo a un perro en lugar de a otro. Por el contrario, establezca una relación fuerte y estable con cada perro individualmente practicando “Nada en la vida es gratis” (consulte nuestro folleto). Pedirle al perro que se esfuerce para obtener todo lo que quiere es una manera segura y sin confrontaciones de reforzar las maneras positivas en las que se comporta un perro en las relaciones y ofrece la guía que los perros necesitan. Si su relación con los perros es estable, puede disminuir el estrés o los sentimientos de inestabilidad que podrían sumarse al conflicto entre sus perros.
- Cómo detener una pelea: Si necesita detener una pelea, hágalo produciendo un ruido fuerte para tratar de interrumpirlos. Si los ruidos fuertes no funcionan, rocíe a los perros con agua. Nunca intente detener una pelea de perros sujetándolos por sus collares o poniendo cualquier parte de su cuerpo entre ellos. Si toca a los perros mientras pelean, puede sufrir lo que se denomina “redireccionamiento de la agresión”: el perro puede morderle porque piensa que usted forma parte del conflicto. Si ha tenido peleas de perros, llame a nuestra línea de ayuda con problemas de comportamiento al 303.751.5772, ext. 1359, o comuníquese con su veterinario para que lo remitan a un profesional especializado en comportamiento animal.
Lo que puede hacer para ayudar
- Si los perros que participan en la pelea son machos sin castrar o hembras sin esterilizar, esterilice a ambas perras o castre a ambos perros.
- Asegúrese de que todas las personas de la casa apliquen el “Nada en la vida es gratis”.
- Con la ayuda de un profesional especializado en comportamiento animal, promueva y refuerce el comportamiento no agresivo por medio del contracondicionamiento y las técnicas de desensibilización. Estos procedimientos deben estar diseñados y elaborados para satisfacer específicamente las necesidades de cada caso individual y requieren ayuda profesional en el hogar.
- El castigo no resolverá el problema y podría incluso agravarlo.
- Debería saber que si responde a este tipo de problema de manera inapropiada, corre el riesgo de agravar el problema y causar potenciales lesiones a usted mismo y/o a sus perros.